la comida del desayuno era excelente, pero el ruido del tranvía era molesto.

Recomendado para quienes buscan una experiencia clásica

La habitación que tuve era bastante espaciosa y la cama era un sueño, me ayudó a olvidar la locura del día, el desayuno estaba lleno de opciones y la calidad era impresionante. Lo que realmente me impactó fue la amabilidad del personal, especialmente una mujer en recepción que nos recomendó unos lugares increíbles para visitar.

No era barato, pero se puede aceptar.

no entiendo cómo un hotel tan supuestamente lujoso tiene una tv que no funcionaba, y el tranvía no deja de molestar cada vez que pasa. como si eso no fuera suficiente, esperaba un detalle especial por parte del hotel, pero me dieron un recibo y nada más. casi escribo una buena crítica, pero no pude resistirme.

Estuvimos en este hotel familiar en Dublín y la verdad es que la ubicación es inmejorable, cerca de todo. El desayuno fue un festín, con opciones frescas, y el servicio fue excepcional. Además, la habitación era acogedora, perfecta para ir con niño.

Según mi mujer, hubieran estado mejor con una cama matrimonial completa en lugar de dos camas juntas.

El mejor momento fue el desayuno, ¡los huevos benedictinos estaban deliciosos! La habitación era amplia y cómoda, pero el wifi no funcionaba tan bien. Sin duda, volvería por la comida y el ambiente. 😊

El hotel tiene una ubicación magnífica y una decoración encantadora, además de un área de bar muy acogedora.

me sentí como en casa, no tengo ninguna pega

la calidez del servicio y el desayuno que te deja sonriendo después de cada bocado

Wynn's Hotel es un lugar encantador lleno de historia. Desde el momento en que llegamos, el personal fue extraordinariamente amable, haciéndonos sentir como en casa. El desayuno con un servicio personalizado fue el mejor que experimentamos, especialmente los huevos benedictinos. Además, la decoración del hotel creaba un ambiente acogedor que complementaba cada momento de nuestra estancia. Sin duda, valoro la atención al detalle y la disposición del personal para ayudarnos y hacer que nuestra experiencia fuera única.

La habitación era amplia y estaba decorada con gusto, creando un ambiente acogedor. El personal fue verdaderamente excepcional. siempre dispuesto a ayudar y ofrecer información práctica sobre la ciudad que es preciosa. El desayuno variado incluía opciones frescas, desde platos calientes hasta opciones vegetarianas, todo delicioso.

La única queja sería el ruido por la noche, típico de una zona tan animada, pero eso es de esperar.

La habitación era amplia, con un baño recién reformado. Tenía un armario grande, nevera y hervidor para hacer café y té. La cama era muy cómoda, perfect para descansar después de explorar Dublín. Lo mejor fue la ducha, de lujo. Aunque el tranvía pasaba justo enfrente, no era tan molesto.

Una elección inteligente para una cita en Dublín con una calidad alta por el dinero pagado. La ducha era realmente cómoda, lo que hizo que disfrutar de una buena limpieza después del día fuera un placer. Revisa el bar para una buena conversación y un ambiente agradable.

Desayuno espectacular y atención inigualable

Durante mi estancia de 4 noches, me sorprendió gratamente la calidad del desayuno, especialmente los huevos benedictinos que eran un verdadero manjar. La limpieza de la habitación era impecable y el ambiente histórico del hotel añadía un toque especial a nuestra experiencia. Además, el personal, en especial Bea y Miriam, siempre estaban dispuestos a ayudar y hacer que nuestra estancia fuera memorable. Sin embargo, el ruido por la noche de la zona puede ser un poco molesto.

Ubicado en el centro de la ciudad, el hotel tiene un ambiente acogedor y antiguo, con muebles y decoración de calidad. Las camas y almohadas resultan muy cómodas, asegurando un buen descanso nocturno.

Sin embargo, el tranvía pasa justo frente al hotel, lo que puede resultar un poco molesto al oír su ruido frecuentemente. El wifi no funcionaba bien durante mi estancia, lo que dificultó un poco mi conexión. Además, el desayuno era normal. solo un plato caliente a elegir y no había muchas opciones.

El wifi era rápido y el bar tiene buen ambiente, pero el TV no funcionaba.

El Wynn's Hotel combina lujo con historia, ofreciéndome un ambiente acogedor que refleja la esencia de Dublín. La decoración de la habitación era moderna pero con un toque clásico, y el desayuno irlandés era excepcional, con opciones veganas recién preparadas. Destaco la amabilidad del personal, sobre todo de Roberta en la recepción, siempre dispuesta a ayudar y darnos consejos sobre la ciudad. La ubicación es inmejorable, a pasos de las principales atracciones y bien conectado con el transporte público.

La cama matrimonial estaba formada por dos camas juntas, lo que resultó un poco incómodo.